Hay que viajar más

Ahora que en los medios informativos se empieza a hablar de Cannes y de su festival empiezo a estar jodido. Jodido porque me acuerdo como si fuera ayer de aquel viaje que hice ya hace 2 años a la Costa Azul. Me acuerdo como si estuviera junto con Shannon en un Flashback de Perdidos de la ciudad de St. Tropez y de aquel petardo en sus fiestas que casi me saca un ojo. Me acuerdo del ensordecedor ruido del gran premio de Mónaco y de su casino, de sus edificaciones apretujadas desafiando el urbanismo. Me acuerdo de Niza y de su interminable y maravilloso paseo marítimo. Y sobre todo me acuerdo de Cannes, de sus bellezones mostrando muslo y buscando ser fichadas por algún Tarantino, de sus deportivos, de los moteros, de la playa de La Croisette, de cuando nos dejaron entrar a cincuenta personas que estábamos en el lugar oportuno y en el momento oportuno a admirar, casi tocar, a las estrellas. De cuando se giró Morgan Freeman con sus gafas de sol. De cuando Tommy Lee Jones reverenció al director del festival con una genuflexión. De la alfombra roja, de ver cómo la extendían. De aquella modelo con el vestido verde a la que convencieron cuando caminaba por la calle para hacer una sesión improvisada de fotos en la puerta de un hotel. Impresionante.

Me acuerdo. Y estoy jodido. Si tienes pasta, gástala en un viaje. Lo jodido no es haber ido aquel año, lo jodido es no volver éste, y todos, a vivir aquellas experiencias.

El que no viaja no sabe lo que se pierde. Como dice el anuncio... Hay que viajar más...